MIL CENTRO
Un viaje atemporal a 3568 msnm.
Rodeado de montañas sagradas y comunidades locales, MIL Centro es una convergencia pensada de naturaleza, historia e intención. Junto al sitio arqueológico inca de Moray, a 3,568 metros sobre el nivel del mar, MIL Centro está en diálogo continuo con el territorio, las personas y sus cosmovisiones.
Nuestros vecinos de las comunidades de Mullak’as - Misminay y K’acllaraccay nos guían con su sabiduría y nos aportan el entendimiento de una forma de vida ancestral en relación con las plantas y las estaciones, mientras que nuestro equipo de investigadores contribuye sumando aplicaciones e interpretaciones contemporáneas.
Moray inspira nuestro menú, un viaje vertical a través de ecosistemas y microclimas. Nos conectamos con la tierra y respetamos sus ciclos, utilizando solo lo que está disponible en cada temporada. Nuestro compromiso con la tradición se intersecta con nuestra búsqueda de una creatividad que tenga efectos positivos y duraderos en la biodiversidad local y en las personas que viven en ella.
Comunidad interdisciplinaria
En MIL, nuestro propósito trasciende la gastronomía. Trabajamos de cerca con comunidades de productores locales, agricultores y artesanos — alrededor de 300 personas — que viven a altitudes que van desde los 950 hasta los 4,200 metros sobre el nivel del mar. Su conexión y conocimiento ancestral de la tierra, cómo se relacionan con ella no solo como fuente de alimento, sino como el espacio donde se arraigan la mayoría de los aspectos de sus vidas, dan forma y sostienen a MIL. Juntos, hemos construido una comunidad donde la reciprocidad fluye de manera natural y el aprendizaje es un proceso compartido.
Al igual que las terrazas de Moray, nuestra relación con las comunidades locales forma círculos de virtud, donde la agricultura sostenible, las técnicas tradicionales, las personas y una tierra que sigue entregando alimentos con historia están en constante conexión con lo que llevamos a la mesa. Rodeados por los Apus Chicón y Verónica, nunca falta la inspiración en nuestro camino colectivo de continuar la ruta que nos antecede, mientras abrimos nuevas rutas en el proceso.